Archivo mensual: enero 2016

Mi emprendimiento


Entre los años 1998 en ese   entonces trabajando de día  en un banco y de noche  en mi casa  en  una habitación convertida en oficina a mis 33 años, y mis hijas pequeñas,   ideaba lo que  llamamos informalmente   “ Isla  de Pino “,  un  negocio familiar,    que construiría  al menos 4 edificios de entre  5  a 12 niveles,   frente al mar en la Zona Pacifica  Panameña.   El nombre se derivaba de negocios que mi  abuela Beatriz  tenía en Cuba.

Como abogada  y emprendedora de corazòn, estudiando las regulaciones panameñas  inmobiliarias  en el  entonces Desarrollo Urbano  del país  existentes en la época (2001, 2002 )y estudiando  diseños arquitectónicos   y costos de construcción, intentaba  lograr hacer la diferencia en un mundo en que notaba que  no se trabajaba  con excelencia. Venía con una visión  y  entrenamiento en   un banco  internacional con las  mayores exigencias que he conocido  hasta  ahora tanto a nivel financiero y ventas.  Me refiero al  entonces conocido   BankBoston , N.A.

El negocio inició en el año 1999  y  tuvo  su punto culmen  en el año 2006  y luego  en el 2006   ya  era evidente que algo pasaba  con mis clientes  potenciales que eran los americanos.      Si vio la  película  “ La Gran Apuesta”, no se la  pierda! Comprenderá a lo  que me refiero.

Por qué se vendió tan rápido y fue  tan exitoso este negocio …  Recordemos  que construía  un edificio  cada  dos   veranos…..

Hay varios  factores que influyeron en  el éxito:

  1. El compromiso de los integrantes de la empresa con el negocio y con los clientes así como su cohesión o unidad. Equipo de ventas, profesionales técnicos, es decir todos.
  2. El principio de la escasez. Al no existir competencia,   comprendíamos  que  éramos los únicos con productos  inmobiliarios   frente al mar en un mundo    que no pensaba en que Panamá  se convertiría en un punto turístico y zonas que no habían sido nunca reguladas   por las  autoridades, por lo que estábamos actuando antes  que el resto  en un momento de oportunidad, con toda la legalidad.
  3. La sociedad  no veía que  el fenómeno del  9/11 había   traído  inseguridad  a las  vidas  del norteamericano y buscaban  encontrar un sitio para estar  alejados de los puntos de peligro.  Había una oportunidad para ofrecer un nuevo destino.
  4. Contaba con el mejor equipo posible.  Uno de los mejores  Arquitectos  ya retirado en eso  entonces de la  época con sus diseños de los  años  70 que tanto me  gustan, Alvaro Gonzalez Clare, una de las mejores empresas de Construcción como lo es Ingenierìa   Lara,  a mi tio Pablo con sus atinados comentarios y asesoría,   Ing Jorge Lara  y CMG  y mis  amigos  de  CBRichard Ellis, la buena  fe de los bancos, además de todas  las  ganas   de trabajar con un equipo familiar y amigos  que comprendía mi  forma de pensar y mística  de trabajo.
  5. Y obviamente era un nicho único el que había logrado a través de páginas internacionales  y bien apuntado.

Con una valla  y casi cero publicidad,   el produjo el fenómeno de la recomendación y referencia. No anunciar  mucho   funcionó  en nuestro caso. Más de   8 personas al día  llegaban  a conocer  precisamente por la escasez  de información. Esa era mi oportunidad de venderles cara a cara.

No   todo fue color de rosa. Y esas anécdotas  serán para otro momento…  Cuando la sociedad  despertó ante los  cambios que se dieron a partir del año 2000  con el inicio del Hotel Decameron, no aceptaron el hecho de que la privacidad  que  se había vivido en ciertas  comunidades de playa,  se había perdido de un momento a otro  y se habían también perdido  los  privilegios  de esas playas  “ solo para mí “.

Por tanto,  eso  condujo  a que  se iniciaran nuevas  regulaciones y restricciones para futuros proyectos en la costa pacífica denominada en ese  entonces  Zona 4.

Cuando ya era evidente que  en  el 2009  la Crisis  Económica  era feroz  en los  Estados Unidos con los  “foreclosures”  y esos  clientes no podían cumplir  en su país  de origen y de generación de ingresos  dejaron de cumplir con las  obligaciones  que adquirieron en nuestra  empresa  en su tan deseada unidad  de playa y  tenía un inventario en manos que no sabía como  lo colocaría. Había que concluir con el ultimo  edifico  para entrega. Y ya sabía yo que era  mi despedida ante un negocio que me apasionaba y amaba.

Era el momento de analizar    si seguía o no, y  por cuànto  tiempo  esta  situación  se veía  venir.  Me  cuestionaba internamente   y  concluí que había que aguantar  5 años sin recibir ingresos…. Y obviamente   me decía “ quién podía aguantar  eso?”  Yo no.

Me motivó este análisis previo  a salir  del negocio en el 2010 por la crisis  económica que se avecinaba   precisamente con  mi principal   fuente  de prospectos y clientes, que eran los norteamericanos y que tendría  inevitablemente un efecto  rebote en  lo que hacía y por tanto   en una competencia que se abría y que no se daba   cuenta de lo que se avecinaba…

Lo demás es historia. Ya sabemos lo que ha sucedido en Estados Unidos   y en el mundo  entero por el mal  manejo de la banca y las  finanzas creando una absurda  burbuja  de otros países.

Panamá   ha   hecho sus correcciones  a nivel  bancario y a nuestro  país y a los empresarios que están en el negocio inmobiliario  le auguro  éxitos    siempre que mantenga los ojos bien abiertos a las  oportunidades y se asesoren con expertos  para identificar los nichos de mercado   existentes al que deben apuntar para no equivocarse y que esa  equivocación  no les  cueste.

Aquí nos  damos cuenta que  a veces los negocios   no son permanentes. Y solo surgen  de la oportunidad, lo cual  no es censurable.  Esto es hacer emprendimiento y este es el beneficio que nos  da  el vivir en democracia  en un país  con libertad  económica para accionar utilizando las leyes  existentes para crear o emprender haciendo lo mejor que se puede con los recursos que se cuentan.

Cuando paseo por la playa  por Farallón y  veo los  edificios bien construidos con el look de los años 70 que tanto  me gusta,  ( y los únicos que no sufren de los aguajes y altas  mareas por todas  las previsiones constructivas ),  solo me queda la satisfacción de esas  personas que  tuvieron visión para saber que ese  activo se les  convertiría en una mina  de oro. Y así  fue.     Mejor  no pregunte  cuánto  cuesta hoy un apartamento como esos….

Fue una oportunidad  irrepetible para todos…

 

Amelie Pella

2015ABRIL